PREVENCIÓN DE LESIONES
Actualmente
el fútbol se encuentra en un proceso de evolución continua. Surgen
especializaciones en muchos aspectos relacionados a este deporte, y uno de los
campos que más conclusiones está extrayendo es el de la prevención de lesiones.
Los
jugadores sufren muchas y diversas lesiones
a lo largo de una temporada, y existen muchas tareas para prevenirlas, pero lo
realmente importante a plantear es saber qué tipo de lesiones son las más
frecuentes para así poder ejecutar los ejercicios adecuados.
A
continuación se muestra un estudio realizado a un equipo de jóvenes promesas a lo largo de una
temporada, los cuales compiten en una categoría equivalente a la de jugadores de élite de estas edades.
Donde la práctica habitual, aunque no exclusiva, es en un terreno de juego con césped artificial de 3era generación.
Las
premisas básicas para la realización del estudio están basadas en:
- - Edad de los Jugadores del equipo (18 años)
- - Categoría en la que compiten (División de Honor: categoría
máxima)
- - Superficie del terreno de juego (césped artificial de
3era generación)
Acto seguido
podemos ver una tabla con los jugadores de la plantilla (25 componentes) y las
lesiones sufridas durante el transcurso de la temporada.
Están
clasificadas según:
- El tipo de lesión (ósea, articular o
muscular)
- El lugar
de la afectación (grupo muscular, tipo de articulación,..)
- Fecha en que sufrió la lesión.
- Tiempo de inactividad antes de volver a
competir (aunque este no distingue entre periodo de tiempo de inactividad total
o bien entrenamiento de recuperación, para la consiguiente incorporación al
grupo).
A continuación se detalla el estudio en
función de:
- La demarcación
del jugador (no hay nombres sino demarcaciones que ocupan éstos)
- Periodización
de la temporada (se agrupan en plazos de 15 días)
- Lesiones
sufridas (posteriormente se añade una leyenda para relacionar siglas de la
tabla y tipo de lesión sufrida)
ANÁLISIS Y CONCLUSIONES DE LOS ESTUDIOS
La época de la temporada donde se producen
más lesiones es entre los meses de octubre
y noviembre. El estudio nos muestra que se inician en septiembre; aunque la
mayoría de los casos son rampas
musculares, producidas en las segundas partes de los partidos, las cuales
podrían ser causadas por la exigencia del ritmo
de la competición, por la adaptación al terreno de juego y por las altas temperaturas (se disputaban los
partidos a las 16:00, con unas temperaturas de alrededor de 25º).
Las
lesiones más importantes de la temporada se sufrieron en octubre, noviembre y
diciembre. Estas son más de carácter
articular y óseo, de larga recuperación, y la mayoría de ellas producidas en
los partidos.
A
partir de enero, las lesiones sufridas son menores, unas de carácter articular
(contusiones o pequeños esguinces) y otras musculares (sobrecargas o
contracturas leves). Muchas no han sido ni marcadas en la tabla, ya que disminuyendo
el ritmo diario se superaban (solo bajando la intensidad en los entrenamientos,
les permitía estar en perfectas condiciones para la práctica del partido del
fin de semana).
Se
podría añadir, que muchas de las sobrecargas o pequeñas molestias sufridas a
nivel muscular o articular (algunas de ellas a nivel de pubis), se sucedieron
en las sesiones de entrenamiento o partidos disputadas en terrenos de juego
distintos al habitual. Una sesión a la semana entrenábamos en un campo de
césped artificial de 1era generación, por falta de recursos e instalaciones.
Este es un factor contradictorio, ya que a mitad y a final de temporada se
acentuaban las molestias de este tipo.
Por
lo tanto, vemos que el resultado del entrenamiento del día a día en un campo de
césped artificial de 3era generación no resulta tan adverso como se piensa
actualmente, en cuanto a lesiones; ya que los jugadores sufren más o menos el
mismo número, y también en unas fechas muy similares.
Es verdad que un
trabajo diario en un césped artificial
repercute más a nivel articular
(frenadas bruscas, cambios de dirección… ya que el césped no se arranca), y que
la práctica en el césped natural
repercute más a nivel muscular (se
utiliza otro tipo de calzado más adherente, y requiere un esfuerzo mayor, en
acciones como arrancadas y carreras largas), sobretodo si no estamos
acostumbrados.
Este estudio
ha sido realizado a lo largo de 4
temporadas con jugadores de la misma edad, compitiendo en la misma
categoría y en superficies de juego similares, y para verificar y reafirmar las
conclusiones, añadir que los resultados anteriormente extraídos han sido muy
similares.
Si te ha gustado clicka Me Gusta!!
Si te ha gustado clicka Me Gusta!!
Enhorabuena por el articulo. Muy interesante.Es el primero que veo de tu blog pero creo que te visitare más a menudo. Mucho animo!
ResponderEliminarMe alegro muchísimo que te gusten!! Cada semana publicaré un mínimo de un artículo!!!
Eliminar