PREPARACIÓN FÍSICA
Este
artículo analiza un concepto que se tiene poco en cuenta, aunque no significa
que no sea importante a la hora del entrenamiento cotidiano de un deportista de
alto rendimiento.
El
entrenamiento como tal, es aquel que puedes controlar en el día a día, ya que a
través de una planificación, una programación y unos objetivos previamente
establecidos se realiza una puesta a punto para un grupo de deportistas, en
este caso un equipo de fútbol.
Pero
muchas veces olvidamos que nuestros deportistas necesitan crear otros hábitos
para que rindan de forma óptima. Es aquí cuando entran en juego los períodos de
recuperación (no por hacer más sesiones al día o a la semana los jugadores
darán un mayor rendimiento), las horas de sueño, una dieta equilibrada,…
El llamado entrenamiento invisible no es otro que el que se realiza fuera
del terreno de juego; sirve para poner a punto la maquinaria, es decir, nuestro
organismo. Se pueden encontrar infinidad de factores incidentes, pero lo más
complicado es aplicarlos regularmente, ya que muchos jugadores de fútbol
piensan que lo único importante es el entrenamiento diario. Nuestro trabajo es
formar al jugador para que establezca unos hábitos de vida saludables, los
cuales le van a ayudar a mantener o incrementar su rendimiento.
A
continuación se exponen algunos factores a tener en cuenta:
1. Eres deportista dentro y fuera del campo. Esta premisa no se debe olvidar nunca.
Esto no quiere decir, que uno deba tener limitaciones en su vida personal y su
ocio. Pero nunca hay que exceder los límites, ya que todo exceso es
perjudicial.
2. Hay que cuidar nuestro cuerpo mediante una alimentación
sana y equilibrada. Hay que mantener el
organismo en un estado óptimo, a través de la ingesta de alimentos que nos
aporten los nutrientes necesarios para realizar la actividad física pertinente.
3.Hábitos Higiénicos. Pequeños detalles que
pueden impedir una cómoda práctica deportiva. Cortarse las uñas de los pies
cuidadosamente o utilizar calzado deportivo apropiado si se sale a correr fuera
del campo y así evitar posibles heridas o llagas, pueden ser solo algunos de ellos.
4. La Hidratación. Todo el mundo sabe que
cuando se empieza a sudar empieza el proceso de deshidratación, y paralelamente
el rendimiento disminuye. Existen estudios que afirman que hay que pesarse
antes de la sesión y después, para saber la cantidad de líquido que nuestro
cuerpo ha perdido, para luego ingerir esa cantidad mediante agua o bebidas
isotónicas. Aunque lo aconsejable es beber pequeños sorbos cada 15- 20 minutos
para que el organismo siempre esté en óptimas condiciones.
5. Descansar después
de entrenar. Igual de importante es
entrenar como descansar, los procesos de entrenamiento se asimilan durante las
horas en que el cuerpo está descansando, ya que todo entrenamiento necesita un
periodo de recuperación para asimilar la carga de trabajo.
6. Recuperar nuestro organismo. Después de una sesión de entrenamiento, y
sobretodo al finalizar una de intensa o con sobreesfuerzos, debemos
recuperarnos para estar listos para el siguiente. Existen diversas maneras
desde masajes relajantes hasta técnicas de crioterapia (aplicación de frío)
para relajar la musculatura, mejorar la circulación y actuar sobre
inflamaciones traumáticas o torceduras, entre otros.
7. Recuperar y Potenciar tras una lesión. Tener presente que todo jugador que ha
sido incorporado al grupo de trabajo tras una lesión, debe realizar un trabajo
complementario de prevención. Estas tareas no están incluidas dentro de los
ejercicios de la sesión del equipo, por lo tanto, este debe ser responsable y
tiene que dedicar un tiempo suplementario a prevenir una lesión similar.
8. Potenciar y equilibrar las descompensaciones. Añadir el trabajo de equilibrio muscular,
tarea olvidada hasta que aparecen las lesiones o los dolores. La gran parte de
los cuerpos técnicos tienen un fisioterapeuta, que ayuda y aconseja al jugador,
que les informa de su estado muscular. Es aquí, cuando se pueden prevenir
futuras lesiones realizando ejercicios para compensar posibles desequilibrios
que se dan en dichas prácticas deportivas.
9. Las Horas de Sueño. Todo deportista, tiene
que establecerse una rutina y en ésta no puede faltar el marcarse unos horarios
donde incluyan un descanso nocturno de 8 horas diarias.
10. Evitar Substancias Tóxicas. Algunos deportistas
les gusta salir y pasárselo bien con los amigos. Y lo malo no es que hagan eso,
sino que se excedan en horarios inapropiados, o lo peor que consuman grandes
cantidades de alcohol y tabaco. Este tipo de substancias son muy
contraindicadas para el alto rendimiento de la práctica deportiva.
11. La Cohesión de Equipo. Pocos autores incluyen este concepto
cuando describen diferentes pautas entorno al entrenamiento invisible, pero
está demostrado que ante un grupo de amigos con una fuerte cohesión, tanto el
rendimiento individual como colectivo se incrementa considerablemente.
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